Amistades en la infancia: La importancia de las amistades y cómo se forman en diferentes etapas del desarrollo.
Desarrollo Social de los niños;
"Amistades en la Infancia"
Los amigos en la infancia desempeñan un papel fundamental en desarrollo del niño. Gracias a ellos, el niño se divierte, asume roles sociales, valora cualidades importantes como la colaboración y el respeto. Gracias a la relación con los amigos se siente querido y valorado. Por este motivo los padres deben procurar que el niño disfrute y se relaciones con sus amistades.
- La relevancia de la amistad en la infancia
Desde hace mucho tiempo, Aristóteles señaló que los seres humanos somos sociales por naturaleza. Esta idea se puede ampliar al decir que comenzamos a serlo desde el instante en que nacemos, cuando un pequeño golpe en las nalgas provoca el llanto del bebé. Desde ese momento, comenzamos a relacionarnos con quienes nos rodean. Es claro que los padres son las figuras más influyentes durante los primeros meses de vida del niño. Ellos tienen la responsabilidad de fomentar y estimular el desarrollo del pequeño, así como su comunicación con el entorno. Estas primeras interacciones con los padres sientan las bases para que, en el futuro, el niño pueda establecer relaciones sociales positivas y enriquecedoras con los demás. Formar amistades con otros niños es fundamental, ya que les permite: jugar y disfrutar con sus pares, asumir y aprender distintos roles sociales, valorar aspectos importantes como la cooperación, el respeto hacia los demás y la aceptación de normas de convivencia. Además, les brinda la sensación de ser queridos, apoyados y valorados por sus amigos.
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- Los primeros años de la escuela.
Actualmente en España, el segundo ciclo de la Educación Infantil va de los 3 a los 6 años. Aunque la asistencia es voluntaria, casi el 100% de los niños se apunta a alguna escuela o colegio. En estos años, sobre todo desde los cuatro a los cinco años el niño empieza a tener una gran dependencia de sus compañeros.
En esa relación que se establece, encuentra una gran satisfacción, pues además de descubrir a sus nuevos amigos, empieza a desarrollar sus primeras habilidades sociales. Los padres tienen un papel muy importante en esta fase ayudando a su hijo a fomentar y mantener relaciones sociales con los otros niños.
- Los años de educación primaria.
Entre los seis y los nueve años de edad hay un periodo de gran importancia. En este periodo se va a manifestar algo tan importante cómo es la aceptación del niño por parte de los demás.
- Los primeros años de la escuela.
Actualmente en España, el segundo ciclo de la Educación Infantil va de los 3 a los 6 años. Aunque la asistencia es voluntaria, casi el 100% de los niños se apunta a alguna escuela o colegio. En estos años, sobre todo desde los cuatro a los cinco años el niño empieza a tener una gran dependencia de sus compañeros.
En esa relación que se establece, encuentra una gran satisfacción, pues además de descubrir a sus nuevos amigos, empieza a desarrollar sus primeras habilidades sociales. Los padres tienen un papel muy importante en esta fase ayudando a su hijo a fomentar y mantener relaciones sociales con los otros niños.
- Los años de educación primaria.
Entre los seis y los nueve años de edad hay un periodo de gran importancia. En este periodo se va a manifestar algo tan importante cómo es la aceptación del niño por parte de los demás.
En estos años veremos si al niño le cuesta adaptarse, o si está empezando a manifestar desajustes que le impidan una integración futura.
A continuación, se llevará a cabo según se vaya de desarrollando más el ámbito social en los niños, como una especie de "Encasillamiento Social" dividido en;
- El niño popular
El niño que goza de popularidad es un niño que tiene facilidad para hacer amigos. Es activo y tiene una fácil comunicación con los otros. Es capaz de solucionar los problemas que surgen en el grupo. Se preocupa por los amigos cuando tienen problemas y no duda en ayudarlos. Por todo ello es buscado y aceptado por los compañeros.
- El niño rechazado.
En el caso del niño que es rechazado debemos separar dos grupos diferentes:
Los niños que manifiestan agresividad: son niños que no respetan ni a los compañeros ni a las normas básicas de convivencia. Son niños que quieren ganar siempre. Hacen trampas para lograr sus fines. Lo único que consiguen es la marginación y el aislamiento por parte de los otros niños.
El otro tipo de niño rechazado es tímido, inseguro. Suele ser poco comunicativo, muy vergonzoso, muy sensible ante cualquier crítica. Podríamos decir que en este caso este tipo de niños sufre un rechazo pasivo, pues él no hace grandes esfuerzos por integrarse.
- ¿Qué deben hacer los padres ante las dificultades del hijo para relacionarse?
La base del problema suele estar en la falta de seguridad del niño, y es aquí donde los padres deben ayudar a su hijo para que adquiera toda la seguridad que le falta. Para conseguir esto es necesario que vuestro hijo se encuentre a gusto consigo mismo. Para ello debe aprender a valorarse, a aceptarse tal como es y aprender a quererse a sí mismo. Hay que enseñarle con demostraciones prácticas, pautas de comportamiento y modelos de imitación positivos, sin que deje de ser él mismo.
- Las pandillas de amigos
A partir de los 10 años u once años los niños tienden a formar grupos y pandillas. El hecho de pertenecer a una pandilla determinada es muy importante, pues el niño desarrolla el sentido de pertenencia al grupo como una forma de lograr autonomía ante los adultos.
«La pandilla le hace más fuerte y él se siente más seguro dentro del entorno de la pandilla».
Por lo general suelen ser amigos del mismo sexo, que comparten gustos y valores comunes. Tienen unas normas y una jerarquía con un líder y sus seguidores.
El efecto de la asociación en pandillas suele ser beneficioso para el desarrollo del niño en la mayoría de los casos. No obstante, los padres deben estar vigilantes, porque puede darse el caso de que el niño se integre en una pandilla poco recomendable. Éstas son las que fomentan la agresividad, las peleas, los pequeños robos o el consumo de alcohol o drogas.
Lo ideal es animar a los hijos a unirse a grupos organizados, que pueden ser de tipo deportivo o de tipo cultural. El fin es buscar el difícil equilibrio entre su libertad y su independencia y una prudente vigilancia de sus actividades.
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